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En muchas ocasiones las empresas tienen verdaderos problemas para responder al mercado cambiante y a las necesidades de los clientes. Aunque sabemos que no solo en la adaptabilidad está el secreto, muchas veces es necesaria la productividad y anticipación. La digitalización cada vez más es un paso necesario para el posicionamiento, pero no es suficiente. Es por ello que nos referimos a madurez digital cuando creemos que la empresa es capaz de aprovechar las tecnologías digitales para mejorar en todos los aspectos posibles, desde el rendimiento económico hasta la relación con los clientes, pasando por los procesos de negocio, procesos productivos, las relaciones internas, etc. El concepto de madurez digital está íntimamente relacionado con el de transformación digital. Si entendemos este como el proceso que llevan a cabo las empresas con el fin de incorporar y aprovechar el uso de las tecnologías digitales, la madurez digital sería una suerte de meta a alcanzar, un lugar en el que puedes mirar atrás y pensar “hemos hecho un buen trabajo”.
¿Cómo medir la madurez digital de mi empresa?
Debemos medir la transformación digital de la empresa según algunos condicionantes:
- Adaptación Digital: este concepto está íntimamente relacionado a la cultura empresarial, sin una cultura de empresa acorde a la rápida adaptación al mercado y las exigencias de los clientes, y sin un clima que favorezca la innovación por parte de los integrantes de la organización, nuestra empresa no podrá afrontar los desafíos de la madurez digital. Aunque contemos con herramientas como cuadros de mando o sistemas de analítica, sin una respuesta de análisis rápida y ágil donde poder extraer datos concretos, el análisis será descafeinado.
- Cultura analítica: lo importante no es la estrategia, sino las personas que tienen que ejecutarla, y estas personas se comportan de acuerdo a lo que llamamos ‘cultura organizacional‘ entendida ésta como el conjunto de experiencias, hábitos, costumbres, creencias y valores que caracterizan a una organización. El rol de la cultura organizacional es fundamental para crear una cultura analítica en la organización que nos ayude a llegar a la transformación digital.
- Escalabilidad: es un concepto que puede llevar a un análisis errado, la clave de la escalabilidad es que esté en consonancia con la situación de la empresa, es decir, que no esté sobredimensionada para incurrir en costes y desperdicios. Y, sobretodo, que se pueda actualizar lo más fácil y rápido posible. Respecto a la escalabilidad es muy importante la automatización en el despliegue de los sistemas, por ejemplo el uso de AWS, Docker y Kubernetes puede facilitar el montaje de la infraestructura con ahorro de costes.
- Cadena de valor: debemos partir de un conocimiento individualizado del cliente. La tecnología nos ha de ayudar a hacer que cada experiencia de valor con el cliente sea única y memorable. Debe ayudarnos a aprovechar cada punto de contacto. Cada oportunidad debe servirnos para superar las expectativas de nuestro cliente de forma continua. La empresa debe ser capaz de ofrecer servicios altamente personalizados y, en muchas ocasiones, anticiparse a las necesidades que ni el cliente sabe que tiene.
- Organización: la digitalización de la empresa es inexorable y por tanto debe ser parte de todos, tanto empleados como colaboradores deben ser capaces de compartir información, convertirla en conocimiento, generando nuevos productos y servicios manteniendo ventaja competitiva en nuestro mercado. El modelo ideal para conseguir este objetivo es una organización horizontal, sin silos, que facilite la toma de decisiones y que favorezca la innovación. Desde el gerente hasta el becario, TODOS deben poder tener su momento a la hora de proponer, reflexionar y ejecutar.
- Modelo analítico: el tipo de analítica que debemos seleccionar es aquella que permita describir la situación de la empresa, proveer información de la situación pasada y actual a través de KPIs, que nos permita conocer al cliente y anticiparnos a sus deseos. Hablamos de predicciones, testeo A/B, algoritmos y personalización.
Las compañías enfocan su camino hacia la digitalización a través de etapas que le permiten conseguir un grado de madurez digital. La diferencia entre estas etapas no es lineal, sino exponencial. Por eso mismo las startups nativas digitales son capaces de competir con menos medios con empresas tradicionales bien posicionadas en el mercado.
Para garantizar el abordaje del proceso de transformación digital debemos tener en cuenta que nuestra compañía cumpla con 3 pilares:
- Customer Centric: el cliente está en el centro del negocio. Supone una adaptación total al cliente desde toda la organización.
- Omnichannel: ofrecer los servicios desde todos los canales posibles. Para ello debemos contar con una plataforma de datos centralizada y una estrategia unificada que la respalde.
- Data Intelligence: las decisiones deben ser basadas en datos o conocimiento adquirido a través de los datos.
Desde Apiumhub contamos con un servicio orientado a proyectos basados en datos con el objetivo de ayudar a las empresas a alcanzar el grado de digitalización que les aporte cultura analítica en su organización que les permita ofrecer una experiencia omnicanal centrada en las necesidades de sus clientes.
