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Introducción
En la constante búsqueda de optimizar la experiencia del usuario en el ámbito de la Inteligencia Artificial, Google ha presentado Bard, su más reciente y avanzado sistema conversacional.
Esta innovadora herramienta no solo promete mantenerse actualizada gracias a su conexión permanente a Internet, distinguiéndose de otros sistemas como ChatGPT, sino que también busca revolucionar la manera en que interactuamos con la tecnología. Desde su habilidad para interpretar y describir imágenes hasta la prometedora integración con otros servicios líderes como Gmail, Docs y Google Lens, Bard se perfila como el nexo central en el ecosistema de servicios de Google. Además, su colaboración con Adobe Firefly sugiere un horizonte donde la generación y comprensión de contenido visual alcanza niveles sin precedentes. Aunque todavía se encuentra en una fase experimental, Bard promete redefinir las fronteras de lo que esperamos de un sistema de Inteligencia Artificial.
En este artículo, exploraremos en profundidad las características, funcionalidades y el potencial transformador de Bard en el mundo de la informática y la comunicación.
¿Qué es Bard?
Google ha desarrollado un avanzado sistema de Inteligencia Artificial denominado Bard. Este sistema permite la interacción con los usuarios a través de mensajes de texto convencionales. Los individuos pueden dirigirle preguntas o solicitar acciones específicas, a las que Bard responderá adecuadamente.
Este innovador sistema de inteligencia artificial de la reconocida empresa tecnológica se fundamenta en LaMDA, un sofisticado modelo de lenguaje diseñado especialmente para aplicaciones de diálogo. Durante un período, LaMDA se mantuvo en una fase de evaluación restrictiva, siendo accesible sólo para un selecto grupo de individuos.
Resulta interesante señalar que, desde sus inicios, Google ya contaba con LaMDA como un competidor potencial de ChatGPT. No obstante, la empresa optó por mantenerlo en fase experimental para no comprometer su prestigio, considerando que no estaba del todo perfeccionado.
El nombre LaMDA proviene del acrónimo «Language Model for Dialogue Applications». A pesar de ello, en su lanzamiento oficial, Google decidió rebautizarlo como «Bard». En el transcurso de su desarrollo, LaMDA fue objeto de diversas anécdotas, como el caso de un ingeniero que fue desvinculado tras insinuar que el sistema poseía «conciencia».
En el ámbito europeo, específicamente en la Unión Europea, el despliegue inicial de Bard se retrasó. La razón subyacente fue la necesidad de Google de adecuar el sistema a las regulaciones establecidas por el Reglamento de Protección de Datos (RGPD) y otras normativas pertinentes. Sin embargo, a partir del 13 de julio de 2023, Bard finalmente hizo su entrada en el mercado español.
En términos de funcionalidad, Google aclara que Bard tiene la capacidad de recopilar información de la web para proporcionar «respuestas precisas y actualizadas». Su principal propósito es brindar al usuario respuestas exhaustivas y claras sobre cualquier temática, potenciando así las búsquedas en la red mediante el uso de lenguaje natural.
Diferencias entre Bard y ChatGPT
Una de las características distintivas de Bard, es su conexión constante a Internet. Esta característica resulta esencial, especialmente cuando se compara con sistemas como ChatGPT que no mantienen dicha conexión. En consecuencia, mientras que ChatGPT puede ofrecer información obsoleta, Bard se posiciona como una herramienta más actualizada.
Uno de los aspectos más novedosos de Bard es su capacidad para interpretar imágenes. Actualmente, este sistema permite incluir enlaces de imágenes, y se prevé que próximamente se pueda adjuntar imágenes directamente desde dispositivos personales. A través de esta función, Bard puede proporcionar una descripción detallada de la imagen en cuestión. Sin embargo, es pertinente mencionar que, al igual que con ChatGPT y otros sistemas de generación de texto, la precisión no es siempre garantizada. Si bien puede ofrecer una idea general sobre el contenido, es responsabilidad del usuario corroborar la exactitud de la información proporcionada.
Otra característica que distingue a Bard de sistemas como ChatGPT es la capacidad de ofrecer respuestas por voz. Esta función resulta especialmente útil cuando el usuario no tiene la posibilidad de leer respuestas extensas. Además, representa una herramienta esencial para personas con discapacidades visuales, permitiéndoles acceder a la información generada por la IA.
Para aquellos usuarios habituados a las aplicaciones de Google, Bard promete ser una herramienta que optimizará su experiencia diaria. Está previsto que se integre con Gmail y Docs, facilitando la interacción de las respuestas generadas por la IA con dichos servicios. Asimismo, Google Lens estará incorporado en su interfaz, lo que permitirá realizar consultas enriquecidas con imágenes para obtener resultados más precisos. El objetivo subyacente de Google es lograr una interconexión eficiente de sus servicios a través de Bard.
En esta misma línea de expansión, Google ha anunciado una colaboración con Adobe Firefly. Más allá de la interpretación de imágenes, esta asociación promete llevar la generación de imágenes a Bard, enriqueciendo aún más las capacidades visuales del sistema.
¿Cómo probar a Bard?
Para todo aquel que quiera probar esta nueva inteligencia artificial, lo único que tendremos que hacer es acceder al siguiente enlace y registrarnos con nuestra cuenta de Google.
Ahora nos aparecerá un botón darle al botón con la opción de Probar Bard. Haremos clic en el y seguidamente aceptaremos los términos y condiciones de la plataforma.
Finalmente Google nos avisará de que Bard está en un estado experimental, y una vez hayamos cerrado este diálogo, ya podremos empezar a usar Bard totalmente gratis.
Como explicamos en nuestro artículo sobre ChatGPT, Bard funciona exactamente igual. Debes pedirle algo en la caja de texto y la IA intentará darte la respuesta que esperas.
Conclusión
En el panorama actual de la Inteligencia Artificial, Bard emerge como una promesa de Google para revolucionar la interacción usuario-tecnología.
A diferencia de otros sistemas, su conexión constante a la web lo posiciona como una fuente de información siempre actualizada, mientras que su capacidad de interpretar imágenes y proporcionar respuestas vocales amplía sus horizontes de utilidad. La integración prevista con servicios emblemáticos de Google y la colaboración con Adobe insinúan un futuro donde Bard se convierte en el eje central de un ecosistema digital integrado y visualmente enriquecido.
Si bien todavía está en su fase experimental, las perspectivas para Bard son alentadoras. Como con toda tecnología emergente, será crucial que los usuarios y desarrolladores aborden sus capacidades y limitaciones con discernimiento. Sin embargo, una cosa es cierta: con Bard, Google está dando pasos audaces hacia el futuro de la comunicación y la búsqueda de información a través de la Inteligencia Artificial.
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